visita a Puertollano

El pasado viernes realizamos un viaje algunos colegiados y alumnas de la Escuela de Arte para visitar el silo de abonos nitrogenados en el complejo petroquímico de Repsol.  Concretamente estuvimos en el área de Fertiberia, donde fuimos muy bien recibidos.

La visita a un complejo de este calibre es siempre interesante, ya que da la oportunidad de ver una infraestructura extraordinaria no carente de valores plásticos a pesar de su finalidad estrictamente ingenieril, y precisamente por eso, se pueden ver construcciones muy atractivas libres de prejuicios estéticos o constructivos.

Tal es el caso de los silos, las centrales, las torres y chimeneas que van produciendo hitos en el paisaje industrial. Visitamos el silo de urea y el de abonos nitrogenados. El segundo ya catalogado por Docomomo como una obra industrial de sumo interés por sus valores espaciales y constructivos. Realizado en la década de los cincuenta, con hormigones «pobres» pero muy bellos, de gran naturalidad, salva una luz importante mediante arcos parabólicos de hormigón en una estructura sistemática cuya plementería se realiza también a base de tramos abovedados de hormigón. Los arcos se articulan en su parte central y se refuerzan mediante contrafuertes en la base, además de encontrarse solidarizados por un muro de hormigón continuo.

La luz natural penetra por «pequeñas» aperturas situadas en la parte superior a través de arcos alternos. El espacio se ha «teñido» de negro por la reacción química que las sustancias almacenadas han producido en el hormigón por lo que el espacio configurado por la enorme bóveda negra  con la luz natural entrando a nivel superior adquiere cualidades de gran dramatismo.

Una visita muy interesante, que además posibilitó el encuentro entre compañeros.

 

 

 

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