Visita a Talavera con Manuel de las Casas

El pasado veinte de octubre tuvimos la suerte de visitar dos obras del arquitecto Manuel de las Casas en Talavera de la Reina, en compañía del propio autor.

La primera de ellas fue la residencia de estudiantes internas de la Compañía de María en el convento de Santo Domingo.

La obra muestra una especial sensibilidad en la integración del conjunto de edificaciones del Convento, pues queda abrazada por un jardín y volcada al mismo, en una buena relación de espacios libres entre edificaciones. Cuenta con un especial interés tipológico, ya que a las necesidades de espacio por el número de estudiantes a acoger había que añadir el bajo presupuesto para intervenir, por lo que el arquitecto idea una pieza lineal, estrecha y esbelta que funciona como un gran dormitorio, con divisiones en «celdas» abiertas al corredor común. Este espacio común, que ajusta los espacios de circulación funciona de forma eficaz al repartir los núcleos de aseos compartidos y situar estrategicamente las escaleras.

 El espacio se ve afectado por una escisión vertical en la que introduce una escalera desarrollada longitudinalmente que inunda de luz estos espacios de distribución por un lucernario superior que corona la sección. No sólo existe un ajuste en planta de los espacios circulatorios, sino que en altura el ajuste de escala lo convierte en un espacio doméstico que enfatiza la fuga del espacio en vertical a través de la brecha de escaleras.  Configura un espacio bello, lleno de tensión y a la vez muy funcional y por supuesto económico de construir y de mantener. ( limpieza, calefacción…).

La normativa hoy día no permite estas dimensiones de ordenación del espacio, pero edificios de este calibre la cuestionan y ponen en evidencia.

Ya dentro de los dormitorios se observa el cariño y rigor del arquitecto por los detalles y la resolución de los problemas que plantea la forma de habitar estos espacios: el almacenaje, el asiento junto al tablero de estudio, la ubicación de la ventana, del radiador…todo en espacios mínimos.

En el plano de resolución material, se observa un magnífico uso del ladrillo, no sólo en la edificación sino en las intervenciones entorno. Se experimenta con un ladrillo «tosco» de una forma libre de prejuicios y buscando la identidad propia de la cerámica, muy pertinente en un lugar como Talavera.

Además es destacable el desarrollo de elementos de acero, en escaleras, barandillas y carpinterias, con los vidrios grapados que eliminan perfilería y el estudio de lucernarios en los que se desarrollan soluciones constructivas muy «limpias».

La escuela infantil se construye con una serie de pabellones volcados a patios ajardinados que se recogen a su vez en patios comunes de estancia y juegos, con una especial atención a la seguridad y vigilancia de los pequeños. Estos pabellones tienen una sección a cuatro aguas, y configuran un espacio amplio y agradable, construido con los mismos criterios de ingenio y naturalidad constructiva, en los que se ensaya la optimización de elementos como ocurre con la estructura y la recogida de aguas pluviales.

En esta obra Manuel de las Casas estableció sus referencias en la obra de Stirling principalmente, en un ejercicio inteligente de adecuación a las condiciones y circunstancias de la obra.

Hay que lamentar las alteraciones que con el tiempo se han realizado en la obra original, como la elevación de un cuerpo de edificación que rompe la escala del conjunto y la relación del dormitorio con el jardín adyacente, así como el desmontaje de pérgolas y porches para el uso exterior de este jardín y la modificación de carpinterías y órdenes en los huecos dilatados de la fachada del dormitorio. No obstante estos cambios, la obra aguanta con solvencia el paso del tiempo. Recordemos que se construyó hace más de cuarenta años y su forma de uso permanece intacta, a favor siempre de una forma de vida y un modelo de educación que se ajusta a los valores que persigue la Compañía de María.

Posteriormente visitamos una manzana residencial en la que la referencia fue Rossi en este caso. Se trata de un bloque rotundo de gran densidad y escala debido a los requerimientos, en los que el arquitecto manipula la composición plástica de los elementos de fachada para reducir el impacto de la altura y en la que realiza un planteamiento urbano interesante y ambicioso a través de una plaza abierta, cuya vocación era la de crear ciudad a través de la misma. El tiempo y el uso restringido de esta plaza ha hecho que la misma no tenga la vida que se presuponía inicialmente, pero supone un buen ejemplo del desarrollo urbano que adquirieron nuestras ciudades hace varias décadas y que en pocos casos se observa con el cuidado y la destreza de éste.

Una muy buena actividad para celebrar el día mundial de la arquitectura. Agradecer a los compañeros de la demarcación de Toledo, que proceden de Talavera, las atenciones que tuvieron con la expedición de Ciudad Real y el trato recibido, lo cual hizo que el día se completase muy satisfactoriamente. Muchas gracias.

Las fotografías son de Angela Sendarrubias

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